La tarta al whisky es una tarta digna de una celebración. Como nos pidieron una el otro día, se nos ocurrió fotografiar el proceso y enseñaros cómo se hace. Creo que desde la tarta de arándanos, uno de nuestros primeros posts, no hemos incluido ninguna más. Esta tarta hay que hacerla un día antes, ya que es congelada, y como casi todas las tartas, partimos de un bizcocho. En esta ocasión, para el bizcocho he comprado uno grande, pero si quieres puedes hacerlo tú mismo y luego cortarlo según quieras hacer la tarta: redonda o cuadrada.
Historia:
Si os hablan de comida que os suena a hace décadas y que ya no veis, seguro que uno de los primeros platos que se os viene a la cabeza es la tarta al whisky. Y es que este postre fue muy popular en España en los años sesenta y setenta, pero cuando empezaron los 80, su popularidad empezó a caer. Al principio era un postre muy elegante, pero empezó a llegar a más hogares y ese halo de lujo se fue perdiendo. Ahora, es hasta complicado encontrarla en establecimientos. Pero si queréis hacerla en casa, os damos la receta.
Para la receta se puede usar cualquier whisky. Yo prefiero usar el Ballantine’s, un whisky escocés que siempre tenemos en casa. No solemos tomarlo, ya que preferimos otros destilados, pero siempre viene bien tenerlo a mano por si un invitado lo toma o, en este caso, se necesita para repostería.
Ingredientes:
- Bizcocho una base
- Whisky 30 mls.
- Almíbar suave 30 mls.
RELLENO
- Leche condensada 100 grs.
- Queso crema 100 grs.
- Nata semimontada 100 grs.
- Whisky 30 mls.
- Vainilla 1 vaina o 5 cls.
COBERTURA
- Yemas de huevo 4
- azúcar 100 grs.
- Agua 100 grs.
- Gelatina 1 hoja
Preparación de tarta al whisky:
Cortamos en redondo el bizcocho y lo pasamos al recipiente donde vayamos a elaborar la tarta, mezclamos el almíbar suave con el whisky y mojamos el bizcocho. ¡Cuidadín no os paséis con el alcohol!
Para el rellenos vamos a hacer una crema, semimontamos la nata con las varillas, le añadimos el queso crema, la vainilla, y el whisky.
Luego, una vez hecha la crema, se la añadimos al bizcocho y lo metemos en el congelador.
Para la cobertura hacemos el almíbar con el azúcar y el agua, añadimos las yemas de huevo y la hoja de gelatina (la cual habremos previamente hidratado).
Sacamos la tarta del congelador y le añadimos la mezcla.
Para la decoración podemos poner azúcar y quemarla. Yo uso un soplete de cocina Ibili. Recuerdo que cuando lo compré hace años, apenas había y tuve que preguntar en muchas tiendas de cocina, me miraban como una loca.
La volvemos a meter al congelador hasta que la vayamos a comer. ¡Espero que os guste mucho!
11 comentarios
Aunque a mi no me gusta el whisky, sí que me gusta esta tarta.
Gracias por la receta
Ohhhhh, me encanta esta tarta, mira que la hemos comido veces, pero nunca la he preparado, gracias por la receta, os ha quedado exquisita, mmmmmm, tendremos que hacerla.
Oye, pues tiene muy buena pinta: bien altita y fresquita, ideal para el calor que ya se nos echa encima 🙂
Qué rica! Es cierto que antes era un clásico en cualquier restaurante y ahora ya podemos comprarla en cualquier super, aunque ya con esta receta la hacemos en casa que siempre es mejor.
Es uno de esos postres viejinos que me encantan, bien fría es un puntazo!
interesante la historia de la receta de tarta al whisky, no la conocía.
La vi en Twitter y se me hizo la boca agua
Esta tarta es una de mis pendientes, cuando la haga probare con vuestra receta
Hace muchísimo que no la comemos. Ahora con la receta ya no tenemos excusa.
¡Que delicia de tarta! un postre perfecto.
Un abrazo
Concha
Me encanta la tarta al whysky, me recuerda mucho a las celebraciones de hace unos años en casa, porque mi madre la compraba y un tío mío echaba whysky por encima y la flambeaba.