Estos días, estamos muy a tope con la repostería. La cocina española tiene un gran número de postres, en parte por su tradición judía y la gran cantidad de conventos que han realizado postres a lo largo de la historia. Uno de los más típicos son las yemas de Ávila. Estamos en Madrid, pero con esta receta, haremos que tanto nosotros como los que nos leéis, os sintáis como en la misma Ávila. Aunque si no queréis hacerlas, siempre podéis pedirnos o esperar a que estén en el menú diario.
Historia:
Como muchos postres, no se tiene claro el origen, aunque el más aceptado es que en una confitería artesana de Isabelo Sánchez hizo las primeras yemas, llamadas Yemas de Santa Teresa. Una de las posibles razones es que antes, al no haber las medidas que hay ahora, los caldos se filtraban con clara de huevo batida. La clara absorbía toda la grasa y posibles sedimentos y quedaban muchas yemas sin usar. Por eso en la repostería hay muchas recetas que sólo llevan yemas, ya que la clara tenía su utilidad.
Tal fue el éxito que rápidamente otras personas empezaron a hacer las suyas propias, por lo que tuvo que registrar el nombre. De hecho, hoy en día sigue abierta para poder comprar ahí mismo. El resto de cocineros, para poder venderlas, las empezaron a llamar yemas de Ávila. Tal es su fama que ya no se encuentran solo en Ávila, si no en muchas ciudades españolas.
Ingredientes de las yemas de Ávila:
- 200 grs. de yemas de huevo
- 300 grs. de azúcar
- 100 mls. de agua
- 30 grs. de maicena
- Azúcar glas para rebozar
Preparación de las yemas de Ávila:
Las yemas de Ávila es una receta muy simple, no por ello vamos a dejar de explicarla, ya que el resultado final merece la pena, aunque no hay que comerlas en exceso, ya que tienen muchas calorías.
En un cazo pon el azúcar y el agua y forma un almíbar sin que llegue a tomar color.
Aparte en un cuenco vierte las yemas. Hay que tener mucho cuidado de que no caiga nada de la clara, nosotros lo que hacemos es pasarla de un trozo de cáscara a otra dejando caer la clara o, que se escurra entre las manos.
Luego, añade la maizena y bátelas. Incorpora muy lentamente el almíbar mientras sigues batiendo.
Lleva la mezcla a un cazo y ponla a cocer a fuego lento, sigue batiendo hasta que se forme una especie de papilla.
En ese momento pásala a un bol y la recubres con papel film pegado a la masa, para que no forme costra. Deja enfriar durante 4 horas.
Para terminar, forma bolitas y rebózalas en el azúcar glas. Lo más cómodo para servirlas es hacerlo en unas cápsulas de papel. Que se coman con las manos y listas.
Unas yemas de Ávila para toda la familia. Es un postre que encanta a todo el mundo por su dulzor, aunque procurar no pasaron, que tanto azúcar puede empachar y como hemos dicho, tienen muchas calorías.
12 comentarios
¡¡me encantan!!! soy capaz de comerme una tonelada, si miro la receta no se si me podre resistir.
Un abrazo
Concha
Nunca las he hecho y eso que me gustan mucho.
Gracias por la receta.
Pero qué buenas están! Gracias por entregarnos esta receta!
Yo no puedo comerme solo una jajaja, es empezar y no parar. Como me gustan por favor!! Desde bien pequeña que nos las hacia mi abuela. Que recuerdos!!
Con lo que nos gustan en casa probaremos a hacerlas con tu receta. Muchas gracias por compartirla!
Me encantan las yemas de Santa Teresa, siempre que paso por Ávila se viene un caja conmigo, pero hace ya mucho que también las hago en casa, precisamente tengo la receta en el blog, pero yo nunca les he puesto maicena, imagino que tu se la habrás puesto para espesar más rápidamente.
Menuda pinta tienen chicos!! Es un vicio este dulce tradicional que nunca falta en casa por Navidad. No las he hecho nunca porque si me salen bien, sería un pecado mortal porque me las pedirían y no saldríamos del bucle. La cuesta de Enero para la báscula sería una fiesta.
Uffff me encantan las yemas!!! Ahora ya no tengo excusa para hacerlas!! Gracias por compartir la receta
Las he visto en vuestro Instagram y he venido rápido a ver cómo se hacen, ¡qué ricas y qué fáciles! Las voy a preparar en casa
qué interesante, desconocía esta información sobre este dulce. La verdad es que se aprende mucho leyendo los post. Muchas gracias, un saludo. Celeste
Anda! No sabía que se hacían así, pensaba que era yemas enteras, qué curioso! Me encanta este postre, me quedo con la receta, aunque con moderación, cómo bien decís!
Un abrazo,
Iris Fogones
Es uno de mis dulces favoritos Soy de un pequeño pueblo de Segovia, cerca de Ávila y siempre he comido las deliciosas yemas de Santa Teresa, para mí un bocado sin igual. Nunca las he hecho, voy a hacerlas con tu receta