El pan de Muertos es un pan típico del Día de Muertos, de México. En nuestra familia hemos cogido mucho cariño por esta tradición mexicana.
Hace años, en 2018, fallecieron los dos abuelos de Nacho; una era mi madre, la Yaya Consuelo. Esto le dejó muy tocado, ya que fue en un breve espacio de tiempo y estuvo durante mucho tiempo muy triste.
Acercándose el invierno, Nacho estaba cada vez peor. Al no saber cómo afrontarlo, se le ocurrió que hacer un altar de muertos sería una bonita forma de recordarlos y afrontar su duelo. Sabía cosas por la película de Coco, pero fue a hablar con unas amigas mexicanas para que le explicaran cómo debía proceder. Ese mismo año, decidimos poner en casa un Altar de Muertos para recordar a los que nos dejaron.
Fue a tiendas mexicanas a comprarlo todo, donde más cosas encontró fue en 100% México. El papel picado, las catrinas, incluso el pan de muerto, aunque esta vez lo hemos hecho nosotros. Lo único que no pudo comprar fueron las flores, ya que aquí no florecen en esta época.
Lo bueno, Nacho ya pudo seguir adelante. Todos los años ponemos el altar para recordar a nuestros seres queridos. Lamentablemente, siendo ley de vida, van incluyéndose algunas fotos más, pero sabemos que están con nosotros y en esta época vienen a visitarnos unos días.
El Altar de Muertos
Nosotros tampoco somos unos expertos, pero esto es lo que nuestras amigas mexicanas nos han contado. Y si habéis visto Coco, como os hemos dicho, muchas cosas os sonarán.
En estas fechas, los espíritus de los fallecidos vienen a visitarnos y para honrarlos y recordarlos, se pone un altar. En él, se han de poner las fotos de los fallecidos. Se decora con catrinas (esqueletos), calaveras de azúcar (ya que la muerte en México es más alegre que en España), velas (con cuidado de no quemar nada), papel picado y flores de cemapúchil, que son flores mexicanas y no son de esta época, así que las compramos de papel.
Estas flores adornan el altar y sus pétalos se ponen en el suelo formando un camino, ya que es el que guía a los fallecidos hasta el altar. Como el camino es largo, se ha de dejar algo de sal para purificar, agua para refrescarse y un poco de comida.
Durante estos días es normal que al levantarse y poner para desayunar aquello que les gustara, como café o té. Y se les deja comida para que la compartan con nosotros. Una de estas comidas es el pan de muertos que os vamos a enseñar.
Ingredientes del pan de muertos
- 100 grs. de azúcar
- 5 tiras de piel de naranja (sin la parte blanca)
- 80 grs. de nata 35% mínimo
- 15 grs. de levadura prensada fresca
- 400 grs. harina de fuerza
- 40 grs. de mantequilla a temperatura ambiente en trozos
- 5 grs. agua de azahar
- 1 pellizco de sal
Preparación del Pan de muertos
Primeramente, en una batidora de vaso pulverizamos el azúcar con la piel de naranja. En un cazo echamos la mezcla y le añadimos la leche, la nata y la levadura y mezclamos calentando ligeramente (a unos 37º).
Ponemos todo en un bol e incorporamos la harina de fuerza, la mantequilla, el agua de azahar y la sal y lo amasamos.
Una vez integrado todo dejamos reposar la masa unos 45 minutos (debe de doblar aproximadamente).
Cogemos una bandeja de horno, la cubrimos con papel de hornear.
Sacamos del bol la masa, y en la superficie que vayamos a trabajar, la dividimos en 6 porciones (aprox 125 grs.)
De cada porción retiramos un trozo, del tamaño de una avellana, para formar las 6 bolitas. También de cada porción apartaremos masa para hacer los cilindros cruzados. Con la masa sobrante se hace una bola con cada uno, se pincelan con leche.
Colocamos las bolitas encima de cada una y los cilindros cruzados.
Las tapamos con un trapo húmedo durante 30 minutos, preferiblemente en un lugar cálido
Precalentamos el horno a 180º. Introducimos la bandeja con la masa y horneamos durante 20 minutos (o hasta ver que la superficie está tostada).
Las sacamos del horno, las dejamos templar un poco y pincelamos con mantequilla y espolvoreamos con azúcar. Listas para comer.