El pasado viernes, tuvimos una oportunidad única. Pudimos asistir a la inauguración del Livin’ Japan, un pequeño restaurante japonés de Lavapiés que ha conseguido un nuevo local en San Bernardo y que, cargados de ilusión, se lanzan a esta nueva aventura.
Livin’ Japan, el izakaya de San Bernardo
¿Cómo los conocimos? Pues los dueños son amigos de Nacho. Hace unos años le llevaron al local de Lavapiés diciendo que era un japonés diferente. Le prometían que no era el típico sitio con sushi y maki, sino algo completamente diferente. La idea es ser un izakaya. ¿Sabéis lo que es? Vendría a significar algo como “quedarse-beber-sitio”, es decir, un bar de calle de Japón donde sentarse y tomar algo relajadamente. Creo que son esos puestos típicos con farolillos que se ve en las películas.
Lo primero, llegamos al local y vimos que, en efecto, es muchísimo más grande que el anterior. Tiene dos plantas, varias mesas y una barra enorme. Lo primero que llamó la atención es una gran estantería con mangas, el tebeo japonés. Nacho estuvo hablando con el dueño durante un rato de sus mangas favoritos, aunque yo no los conozco de nada. Sé de Goku y de One Piece ya que Nacho lo veía (y sigo viéndolo, One Piece es eterno), pero si me sacan de ahí estoy perdida. Hablaron de un tal Fairy Tail, que ahora parece que ha salido la colección (he oído anuncios en la radio), pero yo me quedé en comprarle los cómics de Hulk cuando era adolescente. Eso sí, hablaron de un par de tebeos que iban de cocina, quizás esos sí me interesen.
Los primeros de Livin’ Japan
En cualquier caso, dicen que van a ir incluyendo muchos más tebeos y la gente podrá ir ahí a leer mientras toman algo. Y en la estantería, un cartel bien grande: NO TENEMOS SUSHI. Una vez lista nuestra mesa, bajamos a la planta de abajo. Tras pasar por una pared decorada con viñetas de mangas (Nacho me dijo que uno era Luffy de One Piece), nos sentamos en una pequeña mesa.
Como nos dijeron que querían que les pusiéramos a prueba, decidimos hacer varias peticiones a ver qué tal se daba. La carta tiene menos platos de los que esperaba y, siendo japonés, al principio extraña no tener sushi. Había edamame de entrante, pero pedimos otra cosa, ya que el edamame lo tomamos mucho en casa. Así que nos decantamos primero por unas ebi fry, unas gambas tempurizadas y es que el tempura me encanta. La acompañaron con una salsa propia y era muy fácil de mojar y venía buena cantidad. También tenían tres tipos de gyozas y, para no variar, pedimos las de langostino y estaban super ricas. A continuación, quisimos pedir un onigiri, las típicas bolas de arroz triangulares que se comen con la mano, pero pasó algo curioso.
Primero nos dijeron que no tenían, pero luego se acercó la dueña a explicarnos que en realidad, sólo ella sabe prepararlo y con todo el jaleo de la inauguración, tardaría bastante. Quizás funciona así, cada cocinero especializado en una tarea o plato en concreto. Entonces, nos decantamos por lo que más le gusta a Nacho: el takoyaki. Hace ya 10 años Nacho pidió a Japón una plancha de takoyaki y lo intentamos hacer, pero al enchufarlo se fundió. Al final, nos quedamos sin máquina de takoyaki, pero siempre que va a sitios especializados lo pide. Son como unas bolitas de pulpo que incluyen con jengibre y escamas de pescado y están geniales. Podríamos haber estado la noche pidiendo ración tras ración sin cansarnos, así de bien nos los comimos.
Segundos y postre
Pasamos a los segundos. Ahora hay menos duda. Pedimos pollo al curry y yakisoba. El pollo nos vino con una guarnición de arroz y es que, con una salsa así, va perfecto para mezclar y que se junten los sabores. El yakisoba son los fideos y estaban super ricos. De postre, miramos la carta y nos decantamos por los mochis y la tarta de queso. Los mochis nos trajeron tres y estaban super buenos. Hacía mucho tiempo que no probábamos unos mochis tan sabrosos. Es un pastelito de arroz muy chicloso. A Nacho le he dicho que me recuerda a Kirby (por decir también algo japonés), pero me miró y dijo que ya hablaría en el reportaje de Monster Rancher.*
La tarta de queso era muy esponjosa, del estilo La Viña. Y mira que es complicado acertar con la tarta de queso, que casi todos los sitios la tienen pero según donde la pidas puede salirte de una manera o de otra. Para acabar, nos invitaron a un chupito de sake. Desde hace unos años me han explicado muchas cosas de sake, como no se toma tanto en chupitos. Un amigo que conoce mucho dice que es un vino de arroz y, como tal, se toma durante las comidas y marida con según qué comidas. Pero al no estar acostumbrados al sabor, es normal que prefiramos tomarlo al final como chupito que no durante la comida. Nos trajeron los vasitos y pusieron debajo un plato. Contaron que en Japón es tradición llenar el vaso hasta que se derrame para mostrar gratitud con el cliente.
Una vez acabado, subimos a agradecer el trato. Nos encantó ver que en su primer día estaba tan lleno. Nos contaron que, en los próximos días, incluirían nuevos platos en la carta, además de mejorar la librería. Nacho, como obsequio, les dio un libro para que lo incluyeran en la estantería. No quiso decirme cuál es, pero dice que cuando vuelva al Livin’ Japan y mire la estantería, lo sabré (a ver qué habrá hecho, que le conozco…). Una buena forma de despedirse. Sin duda, volveremos a probar esos platos extra que nos han prometido.
*Mochi es el personaje de Monster Rancher que es una bolita rosa. Pero bueno, para mi madre Kirby, Jigglypuff y Mochi son lo mismo… aunque se aprecia el intento de participar en la conversación del lugar.
18 comentarios
Pues habra que probar a ver que tal, la verdad es que me encanta esa cocina y el lugar se ve diferente
Desde luego, como dicen, no tienen sushi y se diferencian así del resto.
La propuesta gastro que ofrece nos encanta. Y el sitio parece que tiene encanto. Nos gusta!
Esperamos poder leerlo algún día en vuestra web jeje 😉
Me apunto vuestra recomendación, me encanta
Gracias. Son muy amables y majos
Qué hambre me ha dado ver esos platos, me encanta la idea así que me apunto el sitio.
Pues sí. Seguro que te gusta 🙂
Interesante recomendacion. Me la dejo guardada y a ver cuando podemos pasarnos por alli.
si vas seguro que no te arrepientes 🙂
Mola ir a mesa puesta de vez en cuando verdad?! 😊
desde luego. es lo que tiene trabajar en el sector, que te gusta que te den la comida de vez en cuando jejeje
Gracias por tanto detalle y por la información.
Desde luego que se ve un japonés diferente y todo muy apetecible.
Un abrazo.
qué delicia de restaurante y de platos. un abrazo. Celeste
Me encanta la comida japonesa. Trataré de ir pronto a conocer esta nueva propuesta. Muchas gracias por descubrírnosla
impresionantes propuestas, me encantan, tenemos que ir, me gusta la cocina y toda la cultura japonesa; gracias por compartir
Teníamos ganas de ir este año, pero nos surgió un compromiso familiar y fue imposible. A ver si el año que viene.
Puedes ir, el restaurante está abierto casi todo el año