Redescubriendo otra versión
de Alicia en el País de las Maravillas
Desde que era chaval, Alicia en el País de las Maravillas me encantaba. Como muchos, entré a este loco mundo con el clásico de Disney, pero ay de mí cuando descubrí el libro. Ni punto de comparación.
El libro, escrito por Lewis Carroll, no es tan dulce y bonito como la película de animación. Es oscuro y siniestro, con un toque de humor muy negro
¡Justo perfecto para mí!
Me leí los dos libros (En el País de las Maravillas y A través del espejo) cuando era adolescente. También jugué a un videojuego muy curioso, Alice:Madness Return que me flipó.
De la peli de Tim Burton mejor no hablo… ¿Sabéis que hace años hicimos un menú especial dedicado a Alicia por su aniversario? Incluía Tarta de No-Cumpleaños.
Entonces, cuando me enteré que había una exposición sobre Alicia en la Fundación Canal, allí que fue. Al parecer, eran ilustraciones hechas por diferentes autores: Salvador Dalí, Max Ernst, Marie Laurencin y John Tennel. Ay Dalí. Entonces tenía que ir sí o sí.
Primero fui después de trabajar un miércoles y llegué a la Fundación Canal sobre las 18. Ojito, aunque se llame así, la Fundación Canal es el metro de Plaza Castilla, no Canal. Pasa lo mismo, el Gregorio Marañón no está en Gregorio Marañón. Al menos con Metropolitano fueron listos y cambiaron de nombre para que fans del Atlético no fueran despistados a donde no es.
Pero que mala suerte. De todos los días de la semana, el miércoles es JUSTO el día que cierran a las 15:00.
Mi gozo en un pozo. Entonces, me dispuse ir el domingo. Digo yo que sería más fácil entrar.
Craso error...
Llegue sobre las 18:30 y pensé que habría poca gente. Qué fila más larga, daba la vuelta a la esquina. Me puse y esperé. Estaba tranquilo, cerraba a las 8. Pero esa tranquilidad se vio turbada por una segurata. Se acercó a nuestra sección y nos dijo que se cerraba la entrada a las 19 15 y no creía que nuestra parte tuviera tiempo de entrar. Ale, yo tan zen y vuelta al nerviosismo habitual.
Esos minutos eran agobiantes, pensar que iría por segunda vez a mi casa con la losa del fracaso sobre mi espalda. Pero así es la vida, el éxito es una suerte y el fracaso un destino. Pero la cola avanzaba y, sin darme cuenta, llegué a la verja de entrada. Esta era la mía, tenía listo el pie como un vendedor de enciclopedias para que, si cerraban, yo pudiera colarme.
Pero no hubo que recurrir a esa argucia y me dejaron pasar. Así, bajamos a la exposición. No sé si lo he dicho, pero está al precio favorito de todos: 0 euros. Que otra cosa digo, por hacer un cambio de titularidad en el Canal de Isabel II me han soplado 50 euros, así que qué mínimo que poner algo gratis.
Al entrar, nos recibe una breve biografía del autor, Lewis Carrol. Un vídeo emocionante de ilustraciones de Dalí llamado Destino, una colaboración que hizo con Walt Disney y que se estrenó en 2003 y una entrada muy bien decorada, verdaderamente entrando en la madriguera del conejo.
En un pasillo, en las paredes, estaban ya las primeras ilustraciones. Todas centradas en Alicia persiguiendo al Conejo y creciendo de tamaño. Era muy curioso, ya que en la cabeza tenemos las clásicas ilustraciones. Me hace ilusión ver cómo otros artistas las han reinterpretado de tal manera.
Una vez pasado el pasillo, llegamos a una gran estancia donde nos relatan el resto del libro. El Gato de Chesire, el Dodo, la merienda con el Sombrero, la Reina de Corazones. Una sala muy bien ambientada. Para la merienda había una construcción rectangular suspendida en el aire. En el suelo, un espejo y si mirabas, veías que el té y las pastas estaban por debajo, al revés. También la parte de las cartas, donde te contaban cómo funcionaba esa curiosa monarquía.
Sin embargo, esta parte fue un poco agobiante. Al ser más amplia todo el mundo se reunió y eramos ya demasiados. Además, con tanta gente queriendo sacarse fotos, era un poco lento no poder leer o andar calmadamente sin molestar a otra persona.
Con todo, salimos de la exposición. Se veía bastante rápido y estaba bien explicado y decorado. Pero sin duda me quedo con las reinterpretaciones que tenía la gente. Tengo debilidad por Dalí, pero reconozco que las de Laurencin me llamaron mucho la atención. Si hemos visto ilustraciones tenemos en la cabeza las de Tennel, por lo que es interesante ver otras visiones.
Las de Dalí fueron las más oníricas y chulas, pero como digo, las de Laurencin tienen un estilo tan diferente que asombran. Como explicaban, le dio esa dimensión y sensibilidad femenina. Viéndolas, casi parecen esos dibujos que se hacen cuando los modistos diseñan un vestido.
Así pues, esa fue mi experiencia. Estará hasta enero del 2023, por lo que tenéis margen para ir a verla. Lo único, no vayáis en miércoles y mejor estar antes de la hora de cierre.
8 comentarios
ANda no sabíamos que haía una exposición sobre Alicia en la Fundación Canal. Gracias!
qué bien lo cuentas, he vivido la experiencia contigo. Sufrimiento y todo en conjunto. Me alegro que hayas podido ver la exposición, y encima que te haya gustado!!
saludos!
Karime Farcug
Qué exposición tan interesante. Gracias por describirla con tanto detalle!
Siempre está bien darle un vistazo a estos clásicos de la infancia desde la mirada del adulto. Y las exposiciones molan mucho.
No lo vas a creer pero es una historia que nunca me gustó, no se porque
Gracias por la información, me parece una opción muy interesante para estos días de ocio.
Muchas gracias por la información, no sabia queestaba y me parece que esta genial por lo que nos has mostrado.
Nis pasaremos.
Yo tampoco sabía de esta exposición. A mis hijos les gusta mucho, iremos a verla. Gracias por la info tan detallada